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 POR QUE LA LECTURA ES TAN IMPORTANTE ? 

Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer”.

Alfonso V

Después de una semana muy intensa, quedó claro lo importante que es la lectura para las personas que se dedican a la política y aspiran a dirigir a uno de los países más importantes del mundo. La lectura es necesaria no sólo para sortear las preguntas de un reportero, sino para tener un desarrollo intelectual más amplio que posibilite tomar las mejores decisiones.
La lectura es la puerta más grande a la cultura, por medio de ella conocemos la historia, el pensamiento de otras civilizaciones, la sabiduría de las personas. Como apunta el escritor Houdar de la Motte: “Mediante la lectura nos hacemos contemporáneos de todos los hombres y ciudadanos de todos los países”. Quien lee es capaz de pensar con más profundidad, de elaborar análisis más completos, de recrear la imaginación.  La persona que no lee pierde la oportunidad de enriquecerse con la experiencia de otros y su capacidad de comunicación se empobrece, hasta convertirse en un analfabeto funcional.
Pero la lectura no sólo es importante para los políticos, sino para toda persona que desea tener un desarrollo más integral y desea un crecimiento de todas sus capacidades humanas. Para un país que quiere ser más competitivo frente al mundo, la lectura es un instrumento fundamental que le permite mejorar sus indicadores educativos. Por ello, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), considera en su examen PISA un indicador sobre la capacidad de comprensión de lectura que alcanzan los estudiantes, indicador en el que México sale muy por debajo de los países miembros.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lectura 2006, que llevó a cabo el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el promedio de libros leídos al año por los mexicanos es de 2.9,  cantidad que se alcanza por la capacidad lectora de la mitad de la población, pues la otra mitad sencillamente reporta no leer en todo el año.  Aunado a ello, buena parte de la población lee prácticamente por obligación escolar, pero no por un hábito permanente, por eso, el sector poblacional que más lee se ubica entre 12 y 22 años (aunque entre ellos hay 30% que no lee).
El gran reto es incentivar el gusto por ampliar los horizontes de conocimiento y fomentar la capacidad de investigación, de manera que un estudiante o cualquier miembro de la familia no se conforme con lo que se les dice o trasmite, formando un criterio que les permita distinguir lo verdadero de lo falso, lo importante de lo secundario, lo trascendente de lo inmediato.
Para ello, se requieren, entre otras acciones, que aumenten los puntos de venta y acceso a libros, pero también se necesita educar para que las personas sepan aprovechar las nuevas tecnologías, no sólo para tener diálogos sociales, sino para acceder a material bibliográfico de calidad.
En los últimos años, el gobierno, los medios de comunicación y las instituciones educativas han comenzado a tomar cartas en el asunto. México por un lado cuenta con la editorial más importante en lengua española del mundo: el Fondo de Cultura Económica, que tiene un catálogo muy completo y una presencia internacional de gran alcance en todos los países de habla española.
Aunado a esto, nuestro país organiza la feria del libro más importante del mundo de habla hispana, que cumplió ya 25 años. Este año recibió a 659 mil 989 visitantes, de los cuales 150,201 fueron niñas y niños. En esta ocasión se presentaron 529 nuevas publicaciones, participaron 1,935 editoriales de México y hubo representación de otras 40 naciones. La venta de libros en nueve días dejó una derrama económica de más de 25 millones de dólares.
También la Secretaría de Educación Pública ha emprendido intensas políticas públicas para aumentar el hábito de la lectura. Por ello, el secretario de educación Alonso Lujambio anunció que a partir del ciclo 2011-2012 se incorporará en las boletas de educación básica la evaluación sobre competencia lectora. Sumado a ello, se insiste en la importancia de leer cuando menos 20 minutos diarios.
Los empresarios no se han quedado atrás, y a través del Consejo de la Comunicación iniciaron una campaña para fomentar la lectura presentándola como una actividad divertida, que incluso ayuda a la convivencia familiar.
La lectura sin lugar a dudas nos evoca y comunica con el pasado, nos hace soñar en el futuro, nos transporta a escenarios remotos y nos hace recrear lo impensable. Las palabras escritas son alimento para el alma y para la construcción de la civilización. Coincidimos con Gabriel Zaid: “La cultura del libro no sólo no va a desaparecer, sino seguirá siendo el corazón, el centro de mayor vitalidad y creatividad de la vida pública.”